jueves, 14 de abril de 2011

BLOG DE SERGIO

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¡Buenas vacaciones!

jueves, 7 de abril de 2011

Unidad 10. El ascenso de los totalitarismos: fascismo y nazismo.

Unidad impartida por el profesor Sergio Pérez.
El final de la Gran Guerra supone la extensión de las democracias por el continente Europeo. Tras los tratados de paz de 1918-19 Francia, Inglaterra y los EE.UU se identifican como los valedores de esos sistemas democráticos. Sin embargo, las duras condiciones de paz impuestas por los vencedores, sentarán las bases de unas democracias muy frágiles, inestables y cuestionadas internamente. Este escenario de debilidad democrática en países como Alemania se irá agravando con el desarrollo de una serie de factores:
• El triunfo de la Revolución Rusa provocó que se extendiera una sensación de pánico sobre los países de la Europa occidental ante el temor de un contagio revolucionario.
• El Crash del 29: Las graves dificultades económicas provocan un giro hacia el proteccionismo y un aumento de las posiciones nacionalistas. El caso alemán será el más evidente, desde mediados de los años 20 el electorado nazi ha ido aumentando al ritmo que crecía el índice de parados.
• Desconfianza en la política y valores democráticos. La complicada situación económica y la falta de soluciones generó en muchos países una corriente de desafección hacia la cultura parlamentaria. En este marco internacional, la democracia solo sobrevivió en los países en los que estaba más consolidada: Francia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Suiza y los países escandinavos.
 Gran Bretaña: Las consecuencias de la I Guerra Mundial y de la crisis de 1929 sacudieron duramente a este país, como al resto de Europa. Sin embargo, consiguió sustentar el sistema democrático gracias a los siguientes factores:
• Una larga tradición parlamentaria, basada en un amplio consenso.
• Sistema parlamentario bipartidista consolidado: Conservador y Laborista.
• Posesiones coloniales que amortiguaron parcialmente los efectos del Crash del 29.  Francia: La salida de la I Guerra Mundial fue más complicada para Francia por su mayor implicación y por lo tanto por un gasto militar más elevado. Pero aún así Francia consiguió mantener en pie el sistema democrático gracias a estos factores:
• Sistema electoral mixto: evitaba el bipartidismo pero favorecía la constitución de coaliciones de gobierno. Este fue el caso del Frente Popular.
• La unión de la izquierda: Estas coaliciones de Frentes Populares, que también se desarrolló en España, estuvieron alentadas por la URSS desde donde se abogó por la colaboración de los partidos comunistas con el resto de la izquierda para frenar el ascenso de los fascismos; que en el caso francés estaba ganando terreno a los partidos democráticos a costa de los efectos de la crisis económica.
• Medidas del FP para aumentar la calidad de vida de la población: jornada de 8 horas, aumento de salarios, convenios colectivos, etc. 1. Ideología y bases sociales del fascismo. El fascismo se presenta ante la sociedad como la solución a los problemas que acucian a la población mediante un férreo control que somete los derechos y libertades individuales a la voluntad del Estado, o mejor aún, a la voluntad del líder.
• Omnipotencia del Estado: se abole la división de poderes y se elimina a la oposición política. las decisiones del Estado se convierten en dogmas incuestionables. Mussolini: “Todo en el estado, nada fuera del Estado”.
• Dictadura de partido único y caudillaje: El poder recae sobre el caudillo, un líder carismático que dirige el estado y la voluntad de su población hasta el punto de establecer un culto a la personalidad. Durante la dictadura de Mussolini las aulas estaban presidas por el lema: “Mussolini no se equivoca nunca”.
• Anticomunismo y anticapitalismo: se presenta como una tercer vía entre estas dos opciones políticas. Defendía un “socialismo nacional” que aglutinara a toda la sociedad evitando la “lucha de clases”.
• Nacionalismo agresivo: La humillación sufrida por Italia y Alemania tras la Gran Guerra se convierte en un resorte básico para la exaltación de sus poblaciones. El fascismo apela a una nación poderosa llamada a dominar a otros pueblos.
• Racismo: La ideología fascista exalta los valores nacionales y culturales tradicionales y eleva su raza como dominadora y exterminadora, del resto.
• Desconfianza en la razón: se conduce a la población a abandonar la reflexión y el pensamiento crítico en beneficio de las pasiones y los instintos.
• La violencia: el fascismo defiende la necesidad de la violencia ante la urgencia de sus objetivos. Pero además, observa en la violencia contra las minorías y opositores la capacidad de cohesionar a sus bases.
• Desigualdad: o Teoría de las élites: existe una élite destinada para gobernar.
o Desigualdad de género: En el código nazi, la mujer debe reducir sus funciones a las tres K: kinder, küche, kirche – niños, cocina, iglesia.
o Desigualdad de las razas: desembocó en el exterminio de las inferiores.
• Movilización de las masas: el fascismo, con un discurso populista moviliza a amplios sectores de la población, y cuando alcanza el poder, extiende este control a toda la sociedad, encuadra a las masas en la estructura del partido y desarrolla un proceso de militarización del orden social a través de las milicias. Bases sociales. En los momentos iniciales las bases sociales eran muy limitadas y se reducía a militares desmovilizados tras el fin de la I Guerra Mundial y jóvenes activistas que cuestionaban la incapacidad del liberalismo para superar los efectos de la guerra. Posteriormente, los planteamientos fascistas se extendieron entre las clases medias afectadas por el Crash del 29 y temerosas del comunismo; y también entre las clases populares atraídas por el mensaje de salvación y exaltación nacionalista. Por su puesto, fue decisivo que grandes empresarios y terratenientes se vincularan a los planteamientos fascistas, para acceder a los recursos económicos y que lo hiciera también la policía y el ejército para acceder al armamento.

2. La Italia fascista.
2.1. La crisis del régimen liberal italiano.
El nivel de vida de la población era muy pobre ante lo que no tardaron en surgir huelgas obreras y revueltas campesinas, que solían acabar con la ocupación de fábricas y de tierras. A la crisis socio-económica le acompañó una profunda crisis del sistema monárquico liberal. Los partidos tradicionales habían perdido todo su crédito frente al Partido Socialista y el Partido Popular, mucho más preparados para intervenir en el contexto de la sociedad de masas. El gran capital comienza a ver con buenos ojos la llegada de un hombre de hierro que concentre todo el poder y platee la salida a la terrible crisis en la que se encuentra el estado.

2.2. La Marcha al poder y la consolidación de la dictadura.
Estos factores de debilidad del estado liberal serían la base sobre la que el fascismo, con Mussolini a la cabeza, edificaría su camino hacia el poder. En 1919, Mussolini fundó los Fascios Italianos de Combate, un grupo paramilitar ultranacionalista y de composición muy variopinta (principalmente excombatientes y jóvenes impresionados por la vida castrense). El programa de estas escuadras consistía en la defensa de las reivindicaciones nacionalistas dentro de un programa socialista revolucionario: Desde estas bases, el fascismo, consiguió ir ampliando sus apoyos sociales a partir de 1920. De hecho desde 1921, a nivel local los terratenientes empezaron a recurrir a estos escuadristas para defenderse de las ocupaciones de tierras. Los escuadristas fuertemente armados ocupaban los pueblos y destituían a las autoridades locales iniciándose así el proceso de descomposición del estado. Mussolini vio la posibilidad de convertir al fascismo en un auténtico movimiento aglutinador de las masas descontentas. Para ello abandonó la carga revolucionaria de su primer programa y adaptó el fascismo al sistema parlamentario mediante un partido político: Partido Nacional Fascista. El momento clave sería la huelga de 1922 organizada por el Partido Socialista para protestar contra la violencia fascista. El fracaso de la huelga refrendaba la actuación de los fascista y por lo tanto dotaba a Mussolini de argumentos para continuar hacia su ascenso al poder. Para ello, Mussolini preparó la llamada Marcha sobre Roma. Sus seguidores formados como escuadristas marcharon hacia Roma con la connivencia de policía, ejército y sobre todo del rey Víctor Manuel III, que poco después de la marcha sobre Roma, envió un telegrama a Mussolini solicitándole que formara gobierno. Así comenzaba su primera etapa en el gobierno (1922-25) que muchos han calificado como una dictadura encubierta. Mantiene un aparente respeto al sistema parlamentario, pero en realidad está aprovechando estos momentos iniciales para preparar el terreno. Comienza a crear órganos fascistas que suplantarán al Estado, son el Gran Consejo del Fascismo y La Milicia. Al mismo tiempo consigue aprobar la ley de plenos poderes que le da vía libre a él como primer ministro a hacer y deshacer. Por ejemplo, esto le permite desarrollar una reforma electoral consistente en otorgar una cantidad de escaños sobredimensionada a la candidatura vencedora en las elecciones. Es evidente, que una lista de coalición como la que presenta (Listón) frente a una oposición dividida va a obtener la victoria y por lo tanto su hegemonía en el parlamento. Solo tras el asesinato del diputado socialista Matteotti, a manos de escuadristas, quien había exigido la suspensión de las elecciones porque habían estado sometidas a la violencia y coacción fascista, se comienza a extender a nivel social un clima de desconfianza hacia la acumulación de poderes en manos de Mussolini. Pero ya era demasiado tarde. Por esta vía Mussolini había reducido al Estado a la mínima expresión, se iniciaba la dictadura fascista. Ese héroe único y carismático de la ideología fascista se había hecho realidad. Sobre todo cuando sustituyó la Cámara de Diputados por la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones y promulgó las “leyes fascistísimas”. Su legitimación social se completó con los Pactos de Letrán con la Iglesia Católica.
• Adoctrinamiento y control social. El estado fascista pone su punto de mira sobre los jóvenes y la educación. Para alcanzar este objetivo de control intelectual establece una serie de normas: o Los maestros debían impartir clase con la camisa negra de los Fascios; y los profesores universitarios tuvieron que jurar fidelidad al régimen. o Niños y jóvenes de entre 4-18 años debían formar parte de organizaciones juveniles controladas por el partido. o Monopolio de la propaganda: Mediante este control de la información, el Estado fascista alcanza un alto grado de uniformidad cultural e ideológica, nunca conseguido antes.
• Corporativismo y dirigismo económico. El sistema corporativista viene a sustituir la lucha de clases de la que habla el marxismo, por la colaboración entre éstas. Pero esta aparente voluntad de negociación solo escondía el control político de los trabajadores; de hecho, la Carta de Trabajo (1927) solo permitía la existencia del sindicato fascista e ilegalizaba la huelga. En el funcionamiento económico, Mussolini optó desde 1925 por una política intervencionista que se recrudeció tras el Crash del 29, momento en el que se optó por la Autarquía. En virtud, a este sistema autárquico, en 1933 se fundó el Instituto Italiano para la Reconstrucción Industrial, con el que se pretendía orientar las inversiones hacia las industrias estratégicas. Esto se tradujo a partir de 1936, en una auténtica economía de guerra.

3. La Alemania nazi.
3.1. La República de Weimar.
Poco después de ser proclamada, la república tuvo que hacer frente a la insurrección de los espartaquistas; un sector del partido socialdemócrata que pretendía seguir el ejemplo bolchevique y que estaba dirigido por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo; quienes serían ejecutados cuando la revuelta fue sofocada. La proclamación republicana se acabaría confirmando con las elecciones para una Asamblea Constituyente que se reunió en Weimar. De ahí nacería una constitución basada en los principios democráticos. Poco después, el gobierno de coalición surgido de las primeras elecciones democráticas debería hacer frente a los Tratados de Versalles; a las duras consecuencias de la guerra en territorio alemán se unía ahora las humillantes reparaciones que Alemania tenía que sufragar a los vencedores. La crisis del 29 acabó por hacer imparable el descrédito de la República de Weimar.

3.2. Los comienzos del nazismo.
Podemos situar el nacimiento del nazismo con la inclusión de Hitler en el Partido de los Trabajadores alemanes, sobre el que elaboró en 1920 el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NASDAP). Ese mismo año se elaboró un programa con 25 puntos y se fundaron las SA. Las bases de este primer programa eran claras: nacionalsocialismo, dictadura nacionalista y expansión territorial. La primera gran acción de Hitler y su partido fue el llamado Putsch de Munich en 1923. Se trató de un golpe de estado en respuesta a la ocupación franco-belga del Rhur. Pero el golpe fracasó y Hitler fue encarcelado. A su salida en 1925, Hitler renueva su programa político para asegurarse un mayor apoyo social:
• Reduce su carga anticapitalista.
• Antisemita y anticomunista.
• Amplía los postulados del partido para convertirse en un partido de masas. Para ello también recurre a la propaganda y a la organización militarista del partido (uniformes, marchas militares, mítines, etc.).
• Se integra en el sistema parlamentario para obtener las bases sobre las que asaltar el poder. 3.3. La crisis de la república y el ascenso del nazismo. Como habíamos concluido en el punto 3.1 la crisis del 29 acabaría por hacer descarrilar el sistema democrático. Más de 6 millones de alemanes acabaron en el paro. El descrédito de los partidos democráticos aumentó mientras que el NASDAP pasó en las elecciones de 1930 de 12 a 107 escaños. Este era el escenario que Hitler necesitaba. Poco después, Hitler comenzaría a participar en las coaliciones de gobierno con los partidos de derechas, lo que le llevó incluso a ser nombrado canciller. Desde este puesto, comenzó la supresión de la democracia, la eliminación de la oposición y la reforma de la economía. Hitler disolvió el Reichstag y convocó elecciones, que se desarrollaron en un clima de violencia y represión contra la oposición. En febrero de 1933 aprovechó el incendio del Reichstag, para acusar a los comunistas de provocarlo y declaró el estado de excepción. Poco después logró la aprobación de una ley de emergencia, que le permitía aprobar leyes sin contar con el Parlamento. Bajo este estado de excepción suspendió al resto de partidos. Por lo tanto en las elecciones solo concurría una lista, la del partido nazi. Su victoria le llevó a auto titularse como führer. Ahora todo el poder estaba en manos de Hitler, pero antes de comenzar con su construcción del Tercer Reich, decidió eliminar el ala más radical del partido liderada por las SA. Esto se tradujo en la “Noche de los cuchillos largos”, que supuso el asesinato de los principales dirigentes de las SA. Desde ese momento, las SS y la Gestapo se convirtieron en los resortes que mantenían el orden en el nuevo estado nazi.

3.3.1. Adoctrinamiento, propaganda y control social.
Su principal centro de atención fue la educación. Los jóvenes eran encuadrados por sexos en las Juventudes Hitlerianas. Se suprimió la libertad de expresión con un control de la prensa, la literatura y las artes. Estos medios se pusieron al servicio del régimen, dirigidos por uno de los principales colaboradores de Hitler, Goebbels.
3.3.2. Racismo y antisemitismo.
Entre los planteamientos del nazismo ocupaba un lugar muy destacado la uniformidad socio-cultural bajo el paraguas de la raza aria. Para alcanzarla, el régimen nazi inició un proceso de “supresión de impurezas” que tuvo como principales víctimas a enfermos metales, enfermos crónicos, personas con graves taras físicas; pero sobre todo se fijó en las diferencias raciales y en especial en los judíos. En 1935 se promulgaron las leyes de Nuremberg, que excluían a los judíos de la ciudadanía alemana y prohibía los matrimonios mixtos. En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 se desarrolló la llamada “Noche de los cristales rotos”, tiendas y sinagogas fueron saqueadas y destruidas; y a continuación, miles de judíos fueron recluidos en guetos y campos de concentración. Y a partir de 1942 llegó el momento clave: Hitler ordenó la “solución final”. Es decir, dio la orden de llevar a cabo la eliminación total de la población judía de Europa mediante campos de trabajo y exterminio.
3.3.3. Autarquía. En una primera fase, la política del estado nazi fue la de reactivar la economía, y reducir el desempleo. Pero cuando los datos comenzaron a mejorar a partir de 1936 se inició la autarquía económica y un rearme intensivo. Sin embargo, se chocarían con un problema fundamental, la falta de recursos estratégicos (petróleo) y de alimentos. Ante esto tomó fuerza la idea de Hitler del “espacio vital”: extenderse todo lo que fuera necesario para acceder a los recursos con los que no se contaba en el interior, para alcanzar la meta de la supremacía aria.

4. El camino hacia la guerra.
Como ya hemos señalado en anteriores ocasiones, Alemania, Italia y Japón habían salido de los Tratados de Versalles con una sensación de frustración y de humillación nacional. Ese sentimiento sería el caldo de cultivo preciso para el nacimiento de planteamientos expansionistas y agresivos. Por su parte los países democráticos deseaban ante todo evitar cualquier conflicto armado; incluso Francia y Gran Bretaña veían en los fascismos un buen freno al contagio comunista. Por todo ello acabaron optando por una política de “apaciguamiento”. Para cuando estos países tomaron conciencia del potencial demográfico, económico y militar de Alemania, era demasiado tarde para frenar sus aspiraciones. El camino hacia la guerra se construyó con una serie de acontecimientos en los que Alemania, Italia y Japón mostraron su rechazo a la paz de París:
• La agresión de Japón a China: en 1931 Japón invadió Manchuria, convirtiéndola en un satélite de Japón. Los japoneses, lejos de aceptar las indicaciones de la SDN para que se retiraran, continuaron con su avance dando inicio a la guerra Chino-japonesa.
• Las alianzas Hitler-Mussolini: en 1936 se constituyó el Eje Roma-Berlín que luego se amplió a Tokio. Ese mismo año se firmó el pacto Anti-komintern y en 1939 el Pacto de Acero.
• La invasión italiana de Abisinia (actual Etiopía): Mussolini se lanzó a la conquista de este territorio mientras las sanciones de la SDN no tenían ninguna repercusión. Finalmente lo acabó conquistando e hizo así realidad uno de sus objetivos básicos.
• La Guerra Civil española: Hitler y Mussolini se convirtieron en los principales valedores del alzamiento militar contra el gobierno democrático de la II República española. Por su parte Gran Bretaña y Francia no intervinieron. La victoria de Franco supuso un gran impulso para el fortalecimiento de los fascismos en Europa.
• Las anexiones de Alemania e Italia en el este de Europa: o Anschluss: 1938 Hitler exigió al canciller austriaco que nombrara ministro del interior a Seyss-Inquart, jefe del nazismo en Austria para preparar la anexión. El canciller se negó y convocó un plebiscito que no llegó a celebrarse, ya que Alemania invadió Austria. o Alemania se anexiona los Sudetes: en la frontera checoslovaca y con población de habla alemana. Francia y Gran Bretaña accedieron a la petición de Hitler en la Conferencia de Munich (1938) y obligó a Checoslovaquia a aceptar la anexión. o Bohemia y Moravia: En 1939 acabó por desmembrar Checoslovaquia con esta conquista. o Italia conquista Albania en 1939.
• La invasión de Polonia: El Pacto de No-Agresión firmado entre Hitler y Stalin contemplaba el reparto de Polonia. En virtud de este pacto, Hitler comienza la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Esto supone sobrepasar el límite fijado por Francia y Gran Bretaña que habían manifestado la oposición a que Alemania se adentrará en Polonia. De esta manera, estos dos países se ven obligados a declarar la guerra a la Alemania nazi.