"En la naturaleza como en la sociedad humana, que no es aún otra cosa que esa misma naturaleza, todo lo que vive, sólo con esa condición suprema de intervenir de la manera más positiva, y tan poderosamente como comporte su naturaleza, en la vida ajena. La abolición de esta influencia mutua sería, pues, la muerte. Y cuando reivindicamos la libertad de las masas no pretendemos en absoluto abolir ninguna de las influencias naturales de ningún individuo ni de ningún grupo de individuos que ejercen su acción sobre ellas. Lo que queremos es la abolición de las influencias artificiales, privilegiadas, legales, oficiales. Si la Iglesia y el Ejército pudieran ser instituciones privadas, nosotros seríamos indudablemente sus adversarios, pero no protestaríamos contra su derecho a existir. Pero protestamos contra ellos porque siendo indudablemente instituciones privadas en el sentido de que sólo existen en efecto para el interés particular de las clases privilegiadas, no por ello se sirven menos de la fuerza colectiva de las masas organizadas con objeto de imponerse autoritaria, oficial y violentamente a las masas".
Es un texto histórico de naturaleza político-social y de destinatario público.
Es un fragmento de la obra "Dios y Estado" (1971) escrito por M. Bakunin, un conocido anarquista ruso contemporáneo de Karl Marx. Es posiblemente el más conocido de la primera generación de filósofos anarquistas, está considerado uno de los padres del anarquismo, dentro del cual defendió la tesis colectivista. Además también perteneció a la francmasonería, con la intención de inclinarla hacia postulados anarquistas.
Fue escrito en contexto del anarquismo colectivista.
Su idea principal es la abolición de la Iglesia y del Ejército, como pilares que sostentan un modelo de sociedad que no es natural.
Y su idea secundaria es la colectivización de la propiedad como derecho natural.
Su objetivo es conseguir la Anarquía como pequeñas comunidades de autogestión.
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