viernes, 29 de octubre de 2010

Unidad 3. REVOLUCIONES BURGUESAS Y NACIONALISMO. Revolución e independenica americana.

Se originó debido a una circunstancia fundamental: el descontento de la población de las Trece Colonias, que aportaban impuestos como cualquier súbdito británico y no tenían derecho a representación política en el parlamento de Londrés.
Las colonias habían colaborado con Inglaterra en la guerra contra Francia (1748-1756) y lejos de ser recompensados se vieron grabados con nuevos impuestos. Esta situación hizo que desde mediados del siglo XVIII se extendiera un sentimiento antibritánico que desembocó en actos de protesta como el Motín del Té de Boston (1773), que supuso la ruptura de relaciones comerciales con la metrópoli.
En 1775 estalló la guerra, en la que los rebeldes americanos estuvieron apoyados por Francia y España. Un año más tarde, el día 4 de julio, se proclamó la independencia. En 1783 los ingleses firmaron la Paz de París por la que se reconocía la independencia de los Estados Unidos de América.
La guerra de independencia americana fue al tiempo un hecho revolucionario, pues los sediciosos crearon por primera vez un estado político liberal basado en dos principios:
- El reconocimiento de los derechos de los ciudadanos, plasmado en las declaraciones de derechos de cada una de las colonias.
- La redacción de una constitución, promulgada en 1787, basada en la soberanía nacional, la separación de poderes y la república federal como forma de Estado.

Unidad 3. REVOLUCIONES LIBERAL BURGUESAS Y NACIONALISMO. Conceptos.

El Liberalismo constituye esencialmente la doctrina ideológica de la burguesía salida de los procesos de transformación socioeconómica desarrollados durante la Edad Moderna. Es, por tanto, consecuencia de la Ilustración y del racionalismo dieciochescos.

La fundamentación ideológica del Liberalismo parte de la teoría de los derechos políticos individuales. Sobre esta base, Locke (Dos tratados sobre gobierno civil, 1689-90) organiza la nueva sociedad civil a partir del disfrute de derechos fundamentales: la vida, la libertad y la propiedad, que determinan la igualdad entre los individuos y, por tanto, la paz y la ayuda mutua. Montesquieu (El espíritu de las leyes, 1749) reordena las fórmulas abstractas de Locke, añadiendo a la Ley Natural el factor de realidad social mediante la existencia de instituciones que se reparten el poder (separación de poderes). Esta teoría política se complementa con el librecambismo en su aspecto económico. Este último tiene su origen en el cambio de actitud de la economía ilustrada a través de los principios fisiocráticos de Quesney, que aseguraban la necesidad de crear un corpus de pequeños productores agrarios a los que se dotaría de propiedad privada. Adam Smith traduce esos principios a la nueva realidad protoindustrial británica: Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, 1776: la libertad del individuo para perseguir su propio interés particular supone espontáneamente el bienestar colectivo.
De todo lo anterior se deducen las principales propuestas del liberalismo:
a) La limitación del poder real a través de las constituciones y la división de poderes.
b) La existencia de derechos que garanticen la libertad de los ciudadanos: integridad personal y familiar, libertad religiosa, de prensa, de expresión y de reunión.
c) La no intervención del Estado en actividades económicas: “Dejar hacer, dejar pasar”.


RASGOS TEÓRICOS DEL LIBERALISMO POLÍTICO.

La doctrina política del Liberalismo se asienta, como queda dicho, sobre la base de la Ley Natural que implica directamente al individuo y que se traduce en aspectos dogmáticos concretos:

- Aspectos individuales.
a) LIBERTAD. Es el derecho fundamental de los individuos y el que da lugar a la denominación de esta teoría política: Liberalismo. La libertad se entiende como la posibilidad personal de elegir opciones políticas, religiosas, económicas, de expresión, de asociación, de enseñanza, etc., para conseguir el objetivo último del hombre: la felicidad. La libertad individual sólo puede estar limitada por el poder político –elegido por los propios individuos- para salvaguardar el orden, la propiedad y la misma libertad personal.
b) IGUALDAD. Si la libertad es la garantía de la felicidad, la igualdad lo es de la libertad, puesto que un hombre no puede ser libre si se encuentra sometido a otro. Se entiende como igualdad de oportunidades y ante la Ley de todos los individuos (Estado de derecho). Pero no presupone una igualdad social ni económica, en tanto que eso podría coartar la libertad del individuo.
c) PROPIEDAD. Es también garantía de la libertad. El Liberalismo no sólo justifica la apropiación de bienes para el consumo sino también la acumulación de bienes. Es considerado un derecho natural y consustancial con el ser humano y la manera más eficaz de lograr la felicidad. La propiedad se convierte así en el motor de la economía que permite la acumulación de bienes y garantiza la felicidad del individuo y con éste de las sociedades. Por eso, la economía no debe tener más freno que el de su propio desarrollo. Además, la propiedad se convierte e criterio de selección política, porque no es posible que las gentes sin propiedad garanticen este derecho.
d) SEGURIDAD. En un derecho secundario, pero que permite garantizar los anteriores. Debe ser ejercida por el Estado, al que los individuos reconocen como institución superior destinada a este fin, sin que por ello resulte una merma de la libertad individual, para lo cual se propone la limitación y separación de los poderes del Estado.

Estos rasgos individuales se traducen en aspectos políticos, que resultan de la aplicación práctica de aquellos:

- Aspectos políticos.
a) SEPARACIÓN DE PODERES. El poder del Estado no debe estar en manos de una sola persona que podría ejercerlo de manera autoritaria contra los individuos. Por ello se propone la separación de poderes en legislativo (elabora las leyes), ejecutivo (ejecuta las leyes) y judicial (juzga las actuaciones de los individuos conforme a las leyes), cada uno de los cuales reside en diferentes manos, lo que garantiza su control e independencia de actuación.
b) CONSTITUCIONALISMO. La Constitución es la Ley Suprema que regula la vida de los países y garantiza los principios del Liberalismo a nivel individual y político. Puede actuar bajo dos regímenes políticos diferentes:
- La monarquía parlamentaria o constitucional en la que el papel del monarca se reduce a ostentar el poder ejecutivo (s. XIX) o a tener un papel meramente representativo de la nación (s. XX), y
- La República, en la cual el rey es sustituido por un Presidente que puede tener los mismos papeles que el soberano constitucional: ejecutivo (EE.UU.) o representativo (Francia, Italia, etc.).
c) SOBERANÍA NACIONAL. Según el cual la autoridad suprema del poder público reside en la nación, es decir, la nación establece quién ocupará los puestos de responsabilidad en los distintos poderes. Y por nación se entiende todos aquellos individuos con derecho a voto. En un primer momento, la participación de los individuos estuvo restringida por el sufragio censitario a tener determinadas propiedades o estar sujeto a contribución al Estado. Posteriormente se equiparan los términos nación y pueblo, pudiendo hablarse de soberanía popular, según la cual todos los individuos tienen derecho al voto con independencia de sus propiedades o contribuciones al Estado: sufragio universal. En el siglo XX se ampliará este sufragio a las mujeres. Y con el tiempo se disminuye la edad legal para ejercer el voto (23, 21, 18 años...).


PROCESO DE IMPLANTACIÓN DEL LIBERALISMO.


- El liberalismo doctrinario.

Se desarrolla principalmente en la Francia posnapoleónica, a partir de teóricos como Benjamín Constant, en un intento por conciliar los principios de la revolución de 1789 con las instituciones tradicionales del Antiguo Régimen. Su ideario político es bastante disperso y se concretaría es estos puntos esenciales:
. Se mantiene la separación de poderes, pero otorgando una fuerte autoridad al monarca, quien ostenta la representación del Estado, se reserva el poder ejecutivo y participa en el legislativo conjuntamente con el parlamento.
. La soberanía puede ser compartida entre el rey y la nación (a través del parlamento): teoría del cuarto poder (el ejecutivo es delegado en un Consejo de ministros y el rey actúa de moderador entre éste y el parlamento, ostentando un cuarto poder).
. El Parlamento es elegido por sufragio censitario o restringido, es decir, sólo tienen derecho al voto los propietarios, lo que equivale a decir que la burguesía se convierte en el segundo pilar del Estado después del rey.
. La constitución se reduce a una Carta Otorgada, Ley Máxima, que el rey elabora y concede a la nación.

- El liberalismo democrático.

Presenta una dimensión social de la que carece el anterior. Aquel es un movimiento exclusivamente burgués apoyado coyunturalmente por campesinos, obreros e intelectuales; cuando el liberalismo doctrinario se sitúe en el poder estos grupos se separarán definitivamente de él y demandarán la ampliación de los derechos políticos a las clases populares, la resolución de problemas sociales derivados del inicio de la industrialización y la ruptura con cualquier recuerdo del Antiguo Régimen.
. Defienden la soberanía nacional, a través del sufragio universal.
. Se mantiene la división de poderes y el constitucionalismo, donde el rey ve reducido enormemente su papel o, simplemente, desaparece, instaurándose regímenes republicanos.
. En el orden social se lucha por ir más allá de la igualdad jurídica, intentando reducir las enormes diferencias de riqueza entre los hombres, muy influenciado por los movimientos obreros.

El concepto Nacionalismo adquiere un significado más confuso pues alude más a un sentimiento que a una doctrina política, respondiendo a la conciencia de los individuos de pertenecer a una comunidad ligada por una herencia común: histórica, étnica, territorial, etc.

Etimológicamente tiene su origen en la palabra nación (del latín, nascere: nacer) que se emplea ya en la Baja Edad Media como concepto de comunidad en contraposición al feudalismo entendido como disgregación de dicha comunidad. Pero será en el siglo XVIII cuando adquiera su sentido político liberal, entendiendo la nación como el conjunto de individuos sobre los que recae la soberanía de un territorio, y su sentido cultural romántico, entendiendo la nación como el conjunto de individuos con una tradición: lengua, religión e historia comunes.
Como vemos, la idea de nación tiene componentes políticos y culturales. Según la preeminencia de unos u otros podemos hablar de dos conceptos diferentes:

· La nación política. Es una postura de inspiración francesa y resulta de la creación de un marco básico de convivencia para el desarrollo de un aparato estatal que mantenga las comunidades y el orden social vigente. Es el Estado quien crea la Nación (Nación=Estado) y no a la inversa.
· La nación cultural. Tiene como soporte la existencia de un grupo social diferenciado respecto a otros grupos, cuya voluntad final es organizarse políticamente. Herder plantea la idea de Volkstum (Nación=Pueblo), según la cual el Pueblo es el soporte de la Nación y Fitche convierte al idioma en su principal argumento.

Estas dos concepciones dieron lugar a diferentes tipos de nacionalismos, tanto desde un punto de vista ideológico como práctico.

MODELOS DE NACIONALISMO.

Desde el punto de vista ideológico:
1º. El nacionalismo tradicionalista. Parte de las fuentes románticas de la nación cultural, anteponiendo la realidad social a la realidad individual. Es decir, el hombre no crea la sociedad, sino que es la sociedad la que hace al hombre, puesto que el hombre lo es porque piensa y el pensamiento sólo es posible a partir de la lengua que es una creación social. Se plantea la recuperación de la identidad de los pueblos, pero sin cuestionarse transformaciones en el orden político y dejando al margen los principios del liberalismo.
2º El nacionalismo liberalista. Añade al componente nacionalista cultural las reivindicaciones del liberalismo político, reclamando al mismo tiempo independencia y parlamentarismo.
Desde el punto de vista práctico:
1º El nacionalismo unificador. A través del cual una nación, repartida entre varios estados, adquiere conciencia de pertenencia a la misma e inicia un proceso de unificación política. Es el caso de Italia y Alemania.
2º El nacionalismo independentista. En el cual una nación incluida en el marco político de un Estado de lengua y cultura diferente opta por la independencia, caso de Grecia y Bélgica. Estos fenómenos van a producir la disgregación de las mayores entidades políticas de la Europa del Antiguo Régimen.: el Imperio Austríaco y el Imperio Turco.
3º El nacionalismo imperialista. Como exaltación del patriotismo de naciones ya consolidadas, a costa de la expansión colonial por continentes como Asia y África.

Unidad 3. LAS REVOLUCIONES LIBERAL BURGUESAS Y EL NACIONALISMO. Introducción.

El tránsito hacia el siglo XIX constituye uno de los momentos clave en la historia. La ideología ilustrada y el nuevo papel reivindicativo de la burguesía abrieron la puerta para la transformación política, económica y social del Antiguo Régimen hacia unos modos de vida "contemporáneos". En este contexto, el liberalismo y el nacionalismo -unidos o por separado, como marcos teóricos o como propuestas de acción- constituyeron dos fenómenos de extraordinaria importancia para el entendimiento del mundo actual. Las Revoluciones Burguesas de la primera mitad del siglo, inspiradas básicamente por el liberalismo y que tienen su referente inicial más emblemático en el proceso francés de 1789 y el expansionismo napoleónico, suponen la desaparición prácticamente total del despotismo monárquico europeo. Por su parte, los procesos de unificación y disgregación territoriales, fomentados por el romanticismo nacionalista, configurarán un nuevo modelo de división administrativa en Europa cuyos efectos perviven en la actualidad.
En consecuencia, el desarrollo del tema se fundamentará en el estudio teórico de ambos fenómenos básicamente en su dimensión política, para desarrollar a continuación su aplicación práctica a través de los principales acontecimientos históricos del siglo XIX con los que guardan un vínculo relacional, centrándonos significativamente en las actuaciones revolucionarias de 1820, 30 y 48, y en los procesos de unión nacional en Italia y Alemania, y de división estatal en Austria y el Imperio Otomano.

domingo, 17 de octubre de 2010

1. EL ANTIGUO RÉGIMEN. Cultura y arte.

1.5. La cultura durante el Antiguo Régimen.
La transición de la Edad Media a la Moderna está caracterizada por el Renacimiento y el Humanismo, movimientos de recuperación de los valores de la Antigüedad clásica que afectaban a todos los aspectos de la cultura y el arte. Ambos movimientos defendían una visión libre y racional del mundo, inspirada en el hombre como centro esencial del universo.
Esta concepción cultural tendrá continuidad en el siglo XVII a través del Barroco, aunque condicionada por las nuevas realidades históricas: el absolutismo y la contrarreforma, que darán lugar a un cambio de mentalidad, menos serena y optimista y más exaltada y mística.
El barroco fue un periodo en el que florecieron todas las ramas de la cultura y la ciencia. En filosofía se desarrollaron el racionalismo (Descartes) y el empirismo (Bacon y Hume). La literatura vivió uno de los momentos de mayor esplendor con figuras como Shakespeare (Inglaterra), Moliere (Francia) o Cervantes (España). Y la música se convirtió en elemento esencial de las principales cortes europeas del momento con autores como Bach, Haendel o Vivaldi. El arte, por su parte, siguió viviendo de los repertorios grecolatinos mediatizados ahora por el deseo de exaltar al espectador. Artistas como Bernini, Rubens, Rembrandt o Velázquez supieron plasmar en sus obras la pasión de la época a través de obras llenas de movimiento y exuberancia que están entre los mejores logros de la historia del arte universal.
Finalmente, la ciencia llevó a cabo numerosos e importantes progresos: Galileo demostró la exactitud científica del heliocentrismo, Kepler formuló las leyes que rigen las órbitas de los planetas y Newton la de la gravitación universal.
Durante el siglo XVIII, la corriente racionalista evolucionó hacia facetas más amplias con las que se querían dar soluciones a los problemas sociales, aumentar la confianza en el ser humano y lograr más altas cotas de progreso y felicidad. La Ilustración pretendía así acabar con las tinieblas de la superstición y la ignorancia mediante la razón y la educación, poner en práctica los descubrimientos científicos y aplicar las aportaciones filosóficas a la sociedad y la política. Esta nueva corriente surgida en Francia y extendida después por toda Europa, tuvo como principales representantes a Diderot, D´Alembert o Voltaire, y su ámbito de difusión los salones, las academias, la prensa y todo tipo de publicaciones. Su expresión artística fue el Neoclasicismo, una mirada mimética hacia lo griego y lo romano a través de la sencillez y el equilibrio de la razón. Antonio Canova y Jacques Louis David son dos de los grandes maestros del periodo.

viernes, 15 de octubre de 2010

GOURNAY

Fue un economista francés que luchó por la industria, ya que la consideraba como unafuente de riqueza tan importante como los frutos de la tierra, y por la supresión de los monopolios y de las reglamentaciones. Su doctrina fue divulgada por su discípulo Turgot en su Elogio de Gournay.

A 17 años, marcha para Cádiz, de donde dirigirá durante quince años las operaciones del mostrador familiar. Se devolverá repetidamente en el Patio de España, berceau del mercantilisme y visitará las provincias. En 1744 su regreso territorio metropolitano había sido precedido de una acción patriotique de envergadura, concertada con el ministro Maurepas. Con el fin de hacer bajar, Francia, los tasas de interés, relanzar el consumo, la producción y las recetas fiscales, llegó a convencer los négociants de Cádiz, a pesar de los riesgos de mar, de repatriar, para invertir Francia, sus haberes acumulados en Latinoamérica. Más de 200 millones de libros, atravesaron el océano atlántico convoy, bajo elevada vigilancia de las marinas francesas y españolas.

Gournay

Gournay fue un economista francés. Defendió la libertad de la indutria, la supresión de los monopolios y las reglamentaciones.
A los 17 años de trasladó a Cádiz donde dirigiría el negocio familiar.
Legó a convencer a los negociantes de Cádiz para invertir con Francia en haberes acumulados con Latinoamérica con el fin de bajar los intereses de las tasas, realzar el consumo, la producción y las leyes fiscales.

Jean-Claude Marie Vicent de Gournay

Jean-Claude Marie Vicent de Gournay nació en Saint-Malo (Francia) en 1712 y falleció en Cádiz en 1759.

Gran economista cercano a la fisiocracia que poseía el titulo nobiliar de marqués. Durante su juventud, marchó a España para colaborar en el negocio familiar forjándose así, una educación en la materia que le permitiría tener una perspectiva global muy amplia de la economía. De este modo, en el momento que alcazó altos cargos había pasado por todos los anteriores, con el consiguiente conocimiento de la labor que ahora ejercían cargos inferiores al suyo.

Por todo lo anterior, logró crear una gran fortuna que le daría sustento y renombre entre sus congéneres, accediendo a cargos administrativos franceses tan distinguidos como superintendente mercantil durante varios años, más exactamente entre 1751 y 1758.

De la misma forma que sus coetáneos fisiocratas, como François Quesnay, defendió la abolición de las restricciones a la industria y al comercio, haciendo uso de su famoso principio "laissez faire, laissez passer", que en términos económicos se traduce tanto en libertad aduanera como manufacturera. Esto último será la clave de la historia del liberalismo económico. Un hito destacable en torno a su postura sería la defensa tanto de la industria como de los frutos de la tierra, ambos igualmente importantes para él, a diferencia del resto de fisiocratas.

GOURNAY.

Jean-Claude Marie Vicent de Gournay (Saint-Malo (Francia), 1712Cádiz (España), 1759) fue un economista francés cercano a la fisiocracia.Defendió la libertad de la industria y la supresión de los monopolios y las reglamentaciones. Al igual que éstos, encabezados por François Quesnay, propugnó la abolición de las restricciones al comercio y la industria, lo que resumió en el principio laissez faire, laissez passer ("dejad hacer [es decir, libertad manufacturera], dejad pasar [es decir, libertad aduanera]"), que sería clave en la historia del liberalismo económico. A diferencia de los fisiócratas, sin embargo, consideraba la industria como una fuente de riqueza tan importante como los frutos de la tierra. Fue un exitoso comerciante, y estuvo empleado por el reino como superintendente mercantil entre 1751 y 1758. Obra suya fue la primera traducción al francés de las obras de sir Josiah Child. Fue maestro del célebre ilustrado Jacques Turgot, que escribió un encendido Elogio de Gournay.

A los 17 años, marcha para Cadiz, de donde dirigirá durante quince años las operaciones del mostrador familiar. Se devolverá repetidamente en el Patio de España, berceau del mercantilisme y visitará las provincias. En 1744 su regreso al territorio metropolitano había sido precedido de una acción patriótica de envergadura, concertada con el ministro Maurepas. Con el fin de hacer bajar, Francia, las tasas de interés, relanzar el consumo, la producción y las recetas fiscales, llegó a convencer a los negociantes de Cádiz, a pesar de los riesgos de mar, de repatriar, para invertir Francia, sus haberes acumulados en Latinoamérica. Más de 200 millones de libros, atravesaron el océano atlántico convoy, bajo la elevada vigilancia de las marinas francesas y españolas.

GOURNAY

Jean-Claude Marie Vicent de Gournay (Saint-Malo (Francia), 1712 – Cádiz, 1759) fue un economista francés cercano a la fisiócracia.Propugnó la abolición de las restricciones al comercio y la industria, lo que resumió en el principio laissez faire, laissez passer (dejad hacer, dejad pasar), que sería clave en la historia del liberalismo económico. Sin embargo, consideraba la industria como una fuente de riqueza tan importante como los frutos de la tierra. Fue un exitoso comerciante, y estuvo empleado por el reino como superintendente mercantil entre 1751 y 1758. A los 17 años marchó a Cádiz,donde dirigió durante 15 años las operaciones del mostrador familiar.Convenció a los comerciantes gaditanos para que repatriaran sus haberes acumulados en Latinoamérica e inviertaran en Francia.Fue maestro del célebre ilustrado Jacques Turgot, que escribió un encendido Elogio de Gournay.

Gournay

Jean-Claude Marie Vicent de Gournay (Saint-Malo (Francia), 1712Cádiz (España), 1759) fue un economista francés cercano a la fisiocracia.

Al igual que éstos, encabezados por François Quesnay, propugnó la abolición de las restricciones al comercio y la industria, lo que resumió en el principiolaissez faire, laissez passer ("dejad hacer [es decir, libertad manufacturera], dejad pasar [es decir, libertad aduanera]"), que sería clave en la historia delliberalismo económico. A diferencia de los fisiócratas, sin embargo, consideraba la industria como una fuente de riqueza tan importante como los frutos de la tierra. Fue un exitoso comerciante, y estuvo empleado por el reino como superintendente mercantil entre 1751 y 1758. Obra suya fue la primera traducción al francés de las obras de sir Josiah Child. Fue maestro del célebre ilustrado Jacques Turgot, que escribió un encendido Elogio de Gournay

Gournay

Jacques Claude Marie Vincent, marqués de Gournay (Saint-Malo (Francia), 1712 – Cádiz (España), 1759).

Estudió humanidades durante 4 años en el colegio de Juilly en los Oratoriens, más tarde fue al colegio de los Jesuitas.

Vincent de Gournay amplió sus conocimientos durante una estancia de varios años en Cádiz (desde 1730 hasta 1744). Después de sucesivos viajes a Inglaterra, Hamburgo, Holanda, Gournay se trasladó a París donde el apoyo Machault, Maurepas, Trudaine le da un lugar en el Gran Consejo para que le asesore antes de recibir la administración del comercio 1757.

Se le conoce por la frase: aissez-faire, laissez passer” (dejad hacer, dejad pasar).

Médico y economista francés fundó la escuela fisiocrática (1757), de carácter antimercantilista, que propugna la supremacía de la agricultura en los sistemas económicos y rechaza la intervención del Estado en la producción e intercambio de bienes.

Expuso sus teorías en Cuadro Económico (1758) en el que preludia los trabajos de la Contabilidad Nacional. Es considerado por muchos historiadores el padre de la economía política.

EL FUNDADOR DE LA ESCUELA FISIOCRATICA

Quesnay nació en el año 1694, en un pueblo llamado Méré, de la Isla de Francia. Quesnay era sexagenario cuando publicó sus primeros trabajos económicos. Dando un rodeo muy largo, retrocedía, ya anciano, a preocupaciones que debían de ser de sus años juveniles. Como médico y práctico de talento, hizo una carrera brillante. Publicó numerosos trabajos de Biología, fue médico de Madame de Pompadour y, desde 1752, del rey Luis XV, al lado del cual disfrutó de verdadera fama.

Los estudios biológicos de Quesnay, constituyeron algo así como una preparación para sus futuras obras de economía política y de sociología. El año 1775, H. de Romance, marqués de Mesmon, en un Elogio de Quesnay, poco conocido, hizo la misma observación: «Si ha habido algún hombre de quien pueda decirse que la historia de su vida está formada por la cadena de sus pensamientos, ese hombre es Quesnay.» Cuando este llegó, por fin, a la economía política, lo hizo por el doble camino de sus observaciones psicológicas; puso por obra las primeras, aplicándoles los métodos que le proporcionó su educación científica y filosófica.

En 1738 -el dato es interesante para apreciar la leyenda que hace de Quesnay un deductivo y un apriorista - publicó una Memoria en pro del método de observación. En su Ensayo físico sobre la economía animal llama la atención el hecho de que adopte la palabra economía en el sentido de organización natural, que quedó unido a ella, en tanto que los mercantilistas, como Montchrétien, significaban con ella una creación voluntaria y artificial de los hombres, y en especial del soberano.

En el mismo Ensayo físico aparecen en germen ideas que Quesnay volvió a tener y desarrolló, particularmente en su Derecho natural, acerca de la libertad. Pero la influencia más sorprendente fueron las reflexiones de Quesnay sobre la circulación de la sangre, respecto al concepto, que luego ideó, de la circulación de la riqueza de la sociedad; ello apareció de manifiesto en la construcción gráfica de su famoso Cuadro económico.

Comenzó Quesnay como economista dando, en 1756 y 1757, dos artículos a la Enciclopedia: Colonos y Semillas. Ya había escrito un artículo sobre la Evidencia, vocablo destinado a tener mucho éxito en la terminología fisiocrática, y aún escribió tres artículos más para dicha obra: Hombres, Impuestos e Interés, que no fueron publicados. La atención del público se concentraba entonces en Mirabeau, cuyo Amigo del hombre (1757) obtuvo un triunfo enorme, y no pasó a Quesnay hasta el año siguiente, después de la publicación del Cuadro económico, impreso en Versalles, según se dijo, por la propia mano del rey.

Cabe señalar que hasta mediados del siglo XVIII, la economía política conservó un carácter esencialmente pragmático y normalista, y permaneciendo orientada por completo hacia la acción, ignoró el aspecto científico, que es el de la economía moderna, de tal modo, que puede decirse de esta, como de otras muchas disciplinas, que si lógicamente la ciencia precede en ella al arte, históricamente el arte ha precedido a la ciencia.

La condición esencial del progreso, se vio realizada el día en que se admitió que los fenómenos económicos constituían un orden de hechos distintos, que obedecían a ciertas leyes derivadas de la misma naturaleza de las cosas. Como, según la definición, ciencia es un sistema de leyes, claro es que la economía política no podía tomar forma de ciencia mientras no se destacase la noción de las leyes económicas naturales.

Esta noción empezó a evidenciarse con Petty en Inglaterra, Boisguilbert en Francia, en el siglo XVII; otros escritores más antiguos tuvieron tal vez conciencia de ella. Pero fue a Quesnay a quien correspondió explicarla y afirmar su importancia, haciendo de este modo que a la época de los sistemas empíricos, como el mercantilismo, siguiera la de la elaboración de la economía científica.

La escuela fisiocrática fundada por Quesnay en 1757, propugnaba que los hechos económicos, como los objetos y las cosas de orden físico están sometidos a un sistema de "leyes" inflexibles, que son constatables pero no modificables. Los fisiócratas apoyándose en el orden natural desarrollan una especie de "física económica" y entienden que la tierra es la única fuente de riqueza. Unicamente la agricultura desempeña una función multiplicadora; las otras actividades humanas no hacen más que transformar los recursos naturales.

El aporte de Quesnay a la economía es muy importante, como ya se mencionó fue el primero que comparó el circuito económico con la circulación sanguínea del cuerpo humano en su Cuadro económico, aparecido en 1758. Quesnay ahora es reconocido por muchos historiadores como el padre de la economía política, en lugar de Adam Smith, ya que muchos años antes y a diferencia de los mercantilistas concibe la economía política como una ciencia y esta ciencia como un sistema de leyes. Sin embargo, la doctrina fisiocrática no es estrictamente económica; es de amplia envergadura; encierra una sociología e implica, por último, una metafísica. Distingue la economía política sin aislarla, pero su base es esencialmente utilitaria y económica. La teoría del orden natural constituye una doctrina cuya verdadera raíz es lo que llamamos el sistema agrícola.

No pasó inadvertido este inmenso servicio prestado a la economía política; Quesnay fue uno de los pocos iniciadores eminentes que disfrutaron su gloria. Pero hubo otros progresos que no tardaron en dejar casi en el olvido el nombre del gran fisiócrata. De Quesnay y de sus discípulos solo se vieron los errores y las exageraciones, y no se tardó en relegar a la Fisiocracia, junto al mercantilismo, en la prehistoria de la economía política.

La comprensión de Quesnay en su Cuadro Económico, de que la ampliación del flujo circular equivalía a crecimiento económico, sigue dominando nuestra percepción sobre el desarrollo económico hoy en día. Otros escritos importantes de Quesnay son Despotismo en China (1767) y Análisis del gobierno de los Incas en Perú (1767). El brillante economista murió en Versalles el 16 de diciembre de 1774.

VA DE RETRATOS


Ahora se entiende que la mayoría de los retratos de Montesquieu sean de perfil... Es broma. La utilización del perfil estricto en la retratística es característica de la numismática desde la antigüedad y fue retomada por el Renacimiento para dignificar la condición del retratado. Comparad uno y otro e imaginad que personaje nos resulta más creible...

martes, 12 de octubre de 2010

MONTESQUIEU


Charles-Louis de Secondant, barón de Montesquieu.Pensador y escritor francés.
(La Brède, Burdeos, 1689 – París, 1755).Proveniente de una familia de magistrados bordeleses ingresó en el colegio de los oratorios de Juilly y, después de estudiar Derecho, fue canciller y presidente del parlamento de Burdeos. Miembro de la Academia de ciencias de Burdeos, se destacó por sus informes científicos e históricos, pero pronto centró su análisis en el estudio de los fenómenos sociales: en 1721 publica “Cartas persas”, donde satirizó las formas despóticas del absolutismo en Francia. En 1726 vendió el cargo y se dedicó durante cuatro años a viajar por Europa observando las instituciones y costumbres de cada país. En 1748 escribió "El Espíritu de las leyes", obra en la que desarrolla la teoría de la división de poderes.
Su pensamiento se enmarca en el espíritu crítico de la Ilustración; pero él buscó un conocimiento más concreto, empírico, relativista y escéptico que otros filósofos. A su vez, sentó las bases de las ciencias sociales y económicas y participó en el origen de las doctrinas constitucionales liberales.

1. EL ANTIGUO RÉGIMEN. Sociedad.

1.4. La sociedad durante el Antiguo Régimen.
La sociedad de la Edad Moderna estaba organizada en grupos llamados estamentos o estados. Los estamentos eran núcleos sociales inmutables, a los que se pertenecía por nacimiento y en los que se permanecía toda la vida. Cada estado tenía su función social, un estatuto jurídico particular y unas características propias.
Los estamentos privilegiados: la nobleza y el clero, poseían casi todas las tierras, no pagaban impuestos, tenían tribunales propios y acaparaban los principales cargos políticos.
La nobleza se situaba en la cúspide de la pirámide social. Tenía la función teórica de defender la sociedad y a ellos correspondía el orden militar. No era un estamento homogéneo y se pueden distinguir varios grupos:
- La nobleza de título (duques, condes, marqueses…), de enorme poder político y económico. Tras la implantación del mayorazgo solían ser los primogénitos de las grandes familias, que acaparaban la tierra y llevaban una vida lujosa.
- Los caballeros eran nobles dedicados a la guerra de la que obtenían su fuente principal de ingresos, además de administrar una dote familiar. Eran muy influyentes en zonas rurales y alcanzaron un gran prestigio en épocas de conflicto bélico.
- Los hidalgos eran nobles por ascendencia familiar, pero sin tierras ni posesiones. Algunos eran mantenidos por la caridad familiar o incluso vivían en la pobreza.
- Además, durante el Antiguo Régimen se fue creando una nobleza de toga, compuesta por juristas y funcionarios de la corte, a los que el rey ennoblecía por los servicios prestados al Estado.
El clero tenía como función la salvación espiritual de la sociedad. Tampoco era un grupo homogéneo; en función de su compromiso religioso existía un clero regular (monjes, sometidos a una regla monástica) y un clero secular (sacerdotes). Además, era el único estamento que aglutinaba a personas procedentes de distintos extractos sociales:
- El alto clero, formado por individuos procedentes de la nobleza, ocupaba los altos cargos eclesiásticos (cardenales, obispos, abades y abadesas…). Poseían gran influencia social y política, y controlaban grandes riquezas.
- El bajo clero, que procedía del Estado Llano, estaba formado por curas, frailes, monjas, etc. Vivían de forma mucho más modesta, pero arropados siempre por la influencia de la religión en la sociedad.

El estamento no privilegiado, Estado Llano o Tercer Estado, era el más numeroso de la sociedad, agrupando a más del 90% de la población. Su función era procurar el sustento de la sociedad, para lo cual trabajaban y pagaban impuestos. Era el grupo más heterogéneo de todos:
- La burguesía enriquecida por las actividades comerciales imitaba a los nobles y vivía con cierto lujo. Con frecuencia intentaban llevar a cabo matrimonios de conveniencia con hidalgos empobrecidos para ennoblecer su condición social.
- Campesinos y artesanos, más del 80% de la población, solían llevar una vida muy dura y vivían con el riesgo constante de padecer hambre y penurias. Mayoritariamente dependían de los grupos privilegiados para desarrollar su trabajo en unas condiciones casi siempre precarias.

La evolución de la población durante la Edad Moderna se encuentra claramente vinculada al ciclo económico del momento. Así, tras un periodo de desarrollo durante el siglo XVI, viviremos otro de estancamiento o regresión en el XVII, para iniciar el despegue definitivo a partir del XVIII, gracias a las mejoras alimenticias y de costumbres introducidas por la Ilustración.

domingo, 10 de octubre de 2010

Federico II el Grande


Rey de Prusia (1740-1786). Durante su reinado, fue considerado uno de los déspotas ilustrados más notables de la Europa del siglo XVIII. Convirtió su país en una de las principales potencias militares, a la vez que se ganaba el favor de la elite cultural de su época. Consiguió la Prusia polaca en el primer reparto de Polonia y libró tres guerras contra Austria. Gobernó de forma autocrática y se dedicó al estudio de la filosofía, la historia, la poesía, la música y la literatura francesa. Fue un músico de talento. Federico nació en Berlín el 24 de enero de 1712, hijo del rey Federico Guillermo I y nieto de Federico I. Como príncipe heredero fue educado bajo la supervisión de su padre para ser militar y buen administrador. Sin embargo, Federico, animado por su madre, Sofía Dorotea de Hannover, y sus tutores, mostró preferencia por la vida cortesana, la música y la literatura francesa. Después de dedicarse diligentemente a asuntos fiscales y militares, y de acceder en 1733 a casarse con Isabel Cristina, hija de Fernando Alberto II de Brunswick, Federico volvió a ser príncipe heredero. Se fue a vivir siete años a sus propiedades de Rheinsberg, donde, en sus ratos libres, estudiaba filosofía, historia y poesía y mantenía correspondencia con los filósofos franceses, entre ellos Voltaire. En su obra El antimaquiavelo, escrita durante esa época y publicada por Voltaire en 1740, Federico contradecía las doctrinas políticas del filósofo y político italiano Nicolás Maquiavelo, defendiendo un gobierno pacífico e ilustrado. Federico protegió las artes y las letras durante toda su vida. La Academia de las Ciencias volvió a convertirse en un importante centro de enseñanza durante su reinado, y la educación básica progresó más que con ningún soberano prusiano anterior. En su residencia favorita, el palacio de Sans Souci, cerca de Potsdam, Federico tenía su corte, siempre mantenida con una sensata economía. Federico, que rechazó el idioma y la cultura alemana, hablaba francés en la corte y protegía a escritores franceses, muchos de los cuales, entre ellos Voltaire, le hacían visitas en Berlín. El propio Federico era un hábil flautista, que además escribió numerosas obras para dicho instrumento. También fue un escritor prolífico; sus obras completas fueron publicadas en 30 volúmenes entre 1846 y 1857. Murió el 17 de agosto de 1786 en Sans Souci.

miércoles, 6 de octubre de 2010

ACTIVIDAD 1.

En el video "El Rey Sol" que acompaña el blog se habla del siglo XVII como una época de crisis en varios aspectos, ¿cuáles? y ¿qué consecuencias tuvieron? Asimismo se indican las diferencias entre dicho siglo y el XVIII; explícalas.

1. ANTIGUO RÉGIMEN. Economía

1.3. La economía durante el Antiguo Régimen.
La economía de la Edad Moderna mantuvo muchos rasgos medievales. La agricultura siguió siendo la actividad más importante y el trigo la base para la subsistencia de los hombres, por lo que la sociedad estaba sometida a las vicisitudes de las cosechas. Durante el siglo XVII la producción disminuyó, debido a las continuas guerras y epidemias, lo que supuso una crisis de precios y producción generalizada, agravada por el sistema de propiedad de la tierra. La Ilustración favoreció la renovación del sector gracias a la aplicación de las ideas fisiócratas que permitieron una serie de innovaciones: rotación cuatrienal, introducción de nuevas especies, mejora de herramientas, utilización de abonos, etc., que aumentaron y mejoraron la producción agraria.
La industria tenía un carácter artesanal y estaba condicionada por el comercio local y los gremios. Desde fines del XVII, el sistema entró en crisis al aparecer formas más baratas de producir manufacturas (domestic system), que sin embargo no cambiaron de manera significativa la incidencia social de la industria. Sólo la introducción de las primeras máquinas de vapor durante el último cuarto del siglo XVIII, favoreció verdaderamente el desarrollo fabril, gracias a las mejoras tecnológicas y al aumento de la productividad.
El comercio estaba limitado por la lentitud de las comunicaciones y la precariedad de la producción. A dicho estancamiento se unió además la aparición de la teoría económica mercantilista, basada en la acumulación de riqueza para conseguir balanzas de pagos beneficiosas. Por ello se aplicaban tasas a las importaciones de otros países y se ofrecían ventajas a la producción propia. Desde finales del siglo XVII, el mercantilismo fue perdiendo peso en favor de políticas más liberales que permitieron el crecimiento del comercio, coincidiendo con el aumento de la producción agraria e industrial. El de tipo internacional fue el que más desarrollo experimentó e Inglaterra el país que mayor progreso alcanzó.

domingo, 3 de octubre de 2010

1. EL ANTIGUO RÉGIMEN. Política.

1.2. La política durante el Antiguo Régimen.
La monarquía fue la principal forma de gobierno en Europa durante el Antiguo Régimen. Progresivamente, los reyes fueron acumulando más poder amparados en los siguientes aspectos:
- El control de los poderes locales e impuestos a través de la mejora de la administración interna (burocracia).
- El mantenimiento de un ejército poderoso y estable.
- La consecución de prestigio internacional por la vía diplomática.
Así, las monarquías autoritarias (s. XVI) que respetaban todavía alguna de las instituciones medievales, dejaron paso a otras monarquías absolutas (s. XVII) en las que el soberano tenía en teoría todos los poderes del Estado, sin ninguna limitación: declaraba la guerra y la paz, capitaneaba los ejércitos, determinaba los gastos del estado, fijaba los impuestos, otorgaba cargos y privilegios, dirigía la administración e impartía en última instancia la justicia.
La monarquía absoluta se fundamentaba en dos tipos de justificaciones teóricas: pensadores como HOBBES opinaban que el poder absoluto del rey para evitar que los intereses particulares acabasen con el orden social; otros como BOSSUET lo fundamentaban en el derecho divino, según el cual la autoridad del rey provenía directamente de Dios, en nombre de quien el soberano ejercía el poder sin posibilidad de ser cuestionado. El ejemplo más significativo de monarca absoluto es Luis XIV, conocido como “El rey Sol”.

Como oposición al absolutismo, en Inglaterra surgió una concepción política partidaria de que el rey compartiese el poder con el Parlamento. Éste era el encargado de elaborar las leyes y controlar al gobierno encarnado por el monarca. Entre los defensores del parlamentarismo destaca LOCKE, quien afirmaba que la soberanía recaía directamente sobre los individuos quienes la cedían voluntariamente a la sociedad, representada por el Parlamento. Aquí, el esfuerzo de la dinastía Estuardo por implantar una monarquía absoluta se saldo con dos revoluciones y el triunfo definitivo del modelo de monarquía parlamentaria, aceptado por Guillermo III con la firma de la Declaración de Derechos de 1689.

Durante el siglo XVIII triunfó en Europa una nueva corriente filosófica y cultural, la Ilustración, cuya característica principal era el racionalismo. Aplicando la razón, los pensadores ilustrados elaboraron una nueva doctrina política cuyo propósito no era acabar con el absolutismo, sino potenciar la capacidad del ser humano, aplicar soluciones científicas a los problemas y mejorar la educación; aunque sus ideas sirvieron para que así fuera:
- Montesquieu, admirador del parlamentarismo inglés y de la obra de Locke, desarrolló el principio de separación de poderes: legislativo, que elabora las leyes, ejecutivo, que las hace cumplir; y judicial, que garantiza su correcto cumplimiento. Este principio suponía, de hecho, una garantía contra el absolutismo.
- Rousseau quiso acabar con el derecho divino de la monarquía desarrollando su teoría del contrato social, según el cual el pueblo poseía la soberanía.
- Voltaire criticó los excesos del absolutismo y propuso un sistema político que limitase los poderes del rey.

Inicialmente algunas de estas ideas derivaron en el Despotismo Ilustrado, en el que el monarca seguía conservando su autoridad absoluta, pero adoptaba una postura paternalista en beneficio de sus súbditos: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, ejemplificado por Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia o Carlos III en España. El nuevo sistema de gobierno fue bien visto por algunos filósofos ilustrados, pues situaba el poder en el camino de la razón y se orientaba hacia el progreso y la felicidad de los ciudadanos:
- Se favoreció el centralismo y la uniformidad de las instituciones.
- La educación se abrió a amplias capas sociales.
- Se liberalizó el comercio y la economía.
- Se favoreció la tolerancia religiosa.
Sin embargo, el Despotismo Ilustrado no solucionaba los problemas de fondo: el anacronismo de una sociedad dividida en estamentos privilegiados y no privilegiados, la falta de participación política de estos últimos y la ausencia de compromiso para modificar al régimen de propiedad de la tierra.