domingo, 10 de octubre de 2010

Federico II el Grande


Rey de Prusia (1740-1786). Durante su reinado, fue considerado uno de los déspotas ilustrados más notables de la Europa del siglo XVIII. Convirtió su país en una de las principales potencias militares, a la vez que se ganaba el favor de la elite cultural de su época. Consiguió la Prusia polaca en el primer reparto de Polonia y libró tres guerras contra Austria. Gobernó de forma autocrática y se dedicó al estudio de la filosofía, la historia, la poesía, la música y la literatura francesa. Fue un músico de talento. Federico nació en Berlín el 24 de enero de 1712, hijo del rey Federico Guillermo I y nieto de Federico I. Como príncipe heredero fue educado bajo la supervisión de su padre para ser militar y buen administrador. Sin embargo, Federico, animado por su madre, Sofía Dorotea de Hannover, y sus tutores, mostró preferencia por la vida cortesana, la música y la literatura francesa. Después de dedicarse diligentemente a asuntos fiscales y militares, y de acceder en 1733 a casarse con Isabel Cristina, hija de Fernando Alberto II de Brunswick, Federico volvió a ser príncipe heredero. Se fue a vivir siete años a sus propiedades de Rheinsberg, donde, en sus ratos libres, estudiaba filosofía, historia y poesía y mantenía correspondencia con los filósofos franceses, entre ellos Voltaire. En su obra El antimaquiavelo, escrita durante esa época y publicada por Voltaire en 1740, Federico contradecía las doctrinas políticas del filósofo y político italiano Nicolás Maquiavelo, defendiendo un gobierno pacífico e ilustrado. Federico protegió las artes y las letras durante toda su vida. La Academia de las Ciencias volvió a convertirse en un importante centro de enseñanza durante su reinado, y la educación básica progresó más que con ningún soberano prusiano anterior. En su residencia favorita, el palacio de Sans Souci, cerca de Potsdam, Federico tenía su corte, siempre mantenida con una sensata economía. Federico, que rechazó el idioma y la cultura alemana, hablaba francés en la corte y protegía a escritores franceses, muchos de los cuales, entre ellos Voltaire, le hacían visitas en Berlín. El propio Federico era un hábil flautista, que además escribió numerosas obras para dicho instrumento. También fue un escritor prolífico; sus obras completas fueron publicadas en 30 volúmenes entre 1846 y 1857. Murió el 17 de agosto de 1786 en Sans Souci.

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