viernes, 19 de noviembre de 2010

KLEMENS VON METTERNICH


Klemens Wenzel Lothar von Metternich.Conde y después príncipe de Metternich,Político diplomático y estadista austríaco.(Coblenza,1773-Viena 1859)
Embajador en Berlín (1803) y después en París (1806), fue durante más de 40 años ministro de Asuntos Exteriores y Canciller de Austria (1809).La alianza francesa (boda de Maria Luisa y Napoleón), que él preconizó en un primer momento, no fue de hecho más que una piedra de toque antes del desquite, que se comenzó a gestar en 1813, durante la campaña francesa de Alemania. Metternich rompió entonces con el emperador francés y con su adhesión a la coalición, contribuyó a su caída (1814).Alma del Congreso de Viena (1814-1815) restauró el equilibrio europeo, consiguió que Austria recuperara los territorios incluidos dentro de sus fronteras anteriores a 1797 y que habían sido arrebatados por el ejército francés en sus campañas bélicas por la Europa Continental. Como ideólogo de la reorganización de Europa, diseñó la Confederación Germánica, asociación formada por treinta y ocho estados soberanos bajo la tutela de la casa de Habsburgo. Poco favorable a la Santa Alianza, vigorizó gracias a la Cuádruple Alianza (noviembre de 1815), un sistema conservador, contrarrevolucionario y al principio antifrancés, que, por medio de los congresos, permitió la intervención de las potencias allí donde el liberalismo amenazaba el orden establecido (Alemania, Italia, España).
En los años siguientes, el orden instaurado se vería amenazado por estallidos revolucionarios de inspiración liberal o nacionalista, que sacudieron a Europa en 1820, 1830 y 1848. Metternich se esforzó por reprimir ambos tipos de movimientos, ajenos a su mentalidad de Antiguo Régimen, razón por la que empezó a ser visto como guardián del viejo orden absolutista, incapaz de asimilar los cambios que traía el mundo moderno.
Empleó con habilidad la Santa Alianza ideada por el zar Alejandro I, que le sirvió para actuar contra las revoluciones de Nápoles, España y Piamonte. Pero su sistema empezó a debilitarse con la independencia de Grecia (1827) y de Bélgica (1830), así como el destronamiento de los Borbones en Francia (1830). Nunca consiguió que el emperador -ni Francisco I, ni su sucesor desde 1835, Fernando I- le concediera una influencia decisiva en los asuntos políticos internos, por lo que no encontraron eco sus aspiraciones de dotar a Austria de una constitución federal con estructuras propias de un Estado moderno.
El estallido de la Revolución de 1848 en Italia, en Alemania y dentro del propio Imperio Austriaco, puso en entredicho todo el orden inspirado por Metternich. Él mismo cayó del poder y hubo de exiliarse, al tiempo que Fernando I se veía obligado a abdicar. Regresó a Austria en 1851, pero el nuevo emperador, Francisco José I, no le llamó a participar en el gobierno, mientras la ascensión del poder de Prusia en Alemania y del Segundo Imperio en Francia anunciaban el fin definitivo del equilibrio diseñado en 1815.
Metternich puede ser considerado como el arquitecto de un sistema diplomático que estuvo vigente en Europa hasta el final de la Primera Guerra Mundial,y sin ningún género de duda como uno de los políticos más importantes e influyentes del siglo XIX.

2 comentarios:

  1. (Klemens, príncipe de Metternich) Político y diplomático austriaco, artífice del equilibrio europeo de 1815 (Coblenza, Alemania, 1773 - Viena, 1859). Nacido en una familia nobiliaria de Renania, estudió en Estrasburgo y Maguncia. Su cosmopolitismo aristocrático y su mentalidad reaccionaria le llevaron a ponerse al servicio de los Habsburgo cuando la expansión de la Francia revolucionaria amenazó directamente los intereses materiales de su familia en Alemania occidental. Desde 1794 desempeñó misiones diplomáticas en las que demostró una gran astucia y habilidad (en Gran Bretaña, Sajonia, Prusia y Francia). Las sucesivas derrotas de Austria frente a la Francia napoleónica le llevaron hasta el poder como ministro de Asuntos Exteriores en 1809.

    Desde entonces puso en marcha su concepción conservadora del equilibrio europeo, destinada a impedir la aparición de una potencia hegemónica mediante el reparto del continente en esferas de influencia entre las grandes potencias del momento. No aspiraba, por tanto, al aplastamiento de Francia en represalia por sus pretensiones hegemónicas, sino a contenerla en las fronteras de 1792 y contrapesarla con el reforzamiento de las restantes monarquías europeas. En el Congreso de Viena (1814-1815), se fijaron las nuevas fronteras de Europa tras la caída de Napoleón, Metternich evitó los planes de Rusia, que quisó anexionarse Polonia, y a los de Prusia que deseaba incorporar Sajonia a su territorio. Creó una confederación de estados alemanes, la denominada Confederación Germánica, presidida por Austria, aunque no pudo establecer un acuerdo similar en Italia. Bajo su mandato como canciller Austriaco (1809-1848) mantuvo la situación política y territorial en Alemania e Italia, y fue el político más importante de Europa hasta que quedó apartado del poder tras la Revolución de 1848. Murió el 11 de junio de 1859 en Viena.

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  2. Metternich nació en Coblenza, Renania, en el seno de una familia aristocrática. Estudió en las universidades de Estrasburgo y Maguncia. Huyó con su familia cuando los ejércitos de la república francesa ocuparon la orilla izquierda del Rin, refugiándose en Viena, capital del Imperio Austriaco.
    Durante más de 30 años Metternich dominó la política exterior austríaca como principal ministro y tras 1835 como miembro del Consejo de Regencia, pues el emperador Fernando I era incapaz de reinar.
    Metternich se hizo el campeón del conservadorismo en el interior del Imperio. El sistema permitía contener los movimientos de rebelión de los alemanes, italianos, eslavos y húngaros, cuya emancipación provocaria la disolución del imperio.
    Metternich desconfía aún de los inicios de la industrialización. Contribuye a establecer un régimen con base en una policía eficiente, en el ejército, en la burocracia y en la iglesia.
    Incapaz de mantener el absolutismo, Metternich tuvo que dimitir cuando la revolución llegó a la capital del Imperio Austriaco, Viena, y tras despedirse del emperador Fernando I de Austria (que no tardaría en abdicar), marchó al exilio.
    Volvió a Viena cuando el nuevo emperador Francisco José I había restablecido el orden, pero ya no volvió a participar en la política.

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